Se despertó desorientada y desnuda entre unas sábanas revueltas.
Al mirar a su lado vio una espalda conocida marcada aún por sus propios dedos; sigilosamente se acercó a aquel cuello y respiró su olor, que también era conocido.
Sin embargo pronto se dio cuenta de que no era el perfume con el que solía despertarse...
... ni la misma espalda.
Al mirar a su lado vio una espalda conocida marcada aún por sus propios dedos; sigilosamente se acercó a aquel cuello y respiró su olor, que también era conocido.
Sin embargo pronto se dio cuenta de que no era el perfume con el que solía despertarse...
... ni la misma espalda.
1 comentario:
...muchas veces desee q fuera su espalda...no era...no será...
Muy bueno este blog, gracias por dejarme leerte.
amateamame.blogspot.com
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