Todo aquel juego sería absurdo. Pero no, allí estaba ella, esperando que él diese la menor señal de si estaba o no interesado. Lo de ver qué pasaba estaba bien cuando era adolescente, pero con los años, el corazón se volvía menos elástico. Uno se implicaba más en las relaciones y las secuelas afectaban cada vez más a la autoestima.
Camilla Läckberg
La princesa de hielo
La princesa de hielo
No hay comentarios:
Publicar un comentario