Puedo llegar a ser muy peligrosa, lo que ocurre es que aprendí técnicas de camuflaje tras sonrisas de adolescente encantadora. Estudié la fórmula química de todos los venenos mortales que matan dulcemente, hice cursillos en técnicas de tortura y aprendí a cocinar salsas antropófagas.
Será mejor guardar todo esto para otro momento, pero no sabéis cuál es el cajón donde guardo los bisturís.
No hay comentarios:
Publicar un comentario