Colección

Igual que todo niño que colecciona cromos, a mí cuando era niña me gustaba coleccionar momentos; y a día de hoy todavía lo hago.
Solían decirme que perdía el tiempo, que los momentos no eran coleccionables, que con el paso el tiempo se esfuman de nuestra mente. Ahora que ya he crecido, me lo siguen diciendo y sigo sin hacer caso. Pueden decir lo que quieran, pero yo sigo teniendo todos los momentos que coleccioné.

Tengo coleccionado el momento en que aprendí a montar en bici, y mi primer beso; aquellos bocadillos de chocolate y el olor de aquella playa de Tailandia. También recuerdo el día más feliz de mi vida, y el más triste; igual que recuerdo a qué sabía el último kojak.