viernes, 18 de septiembre de 2009

Mi mejor momento


Dicen algunos, que a cierta edad, nos hacemos invisibles, que nuestro protagonismo en la escena de la vida declina y que nos volvemos inexistentes para el mundo...

Yo no sé si me habré vuelto invisible para el mundo, es muy probable.

Pero nunca como hoy fui tan consciente de mi existencia, nunca me sentí tan protagonista de mi vida, y nunca disfruté tanto de cada momento como ahora.

Sé que puedo dar sin pedir, pero también sé que no tengo que hacer nada, ni dar nada que no me haga sentir bien. Por fin encontré al ser humano que sencillamente soy, con sus miserias y sus grandezas.

Descubrí que puedo permitirme el lujo de no ser perfecta, de estar llena de defectos, de tener debilidades y de equivocarme, de no responder a las expectativas de los demás, y hasta hacer algunas cosas indebidas y a pesar de ello sentirme bien.

Cuando me miro en el espejo ya no busco a la que fui en el pasado, si no que sonrío a la que soy hoy, me alegro del camino andado y asumo mis errores.