domingo, 27 de abril de 2008

Vigo


Existe un sitio, un rincón en el mundo donde el tiempo parece no haber pasado, donde nunca tengo prisa, donde no existe la rutina, donde no hay sitio para el mal humor.

Un lugar de donde puedo traer el maletero lleno de risas, de besos, de abrazos, de tiempo con los amigos, de complicidades, de guiños…

Es un lugar donde olvidar, donde perderse, donde volver a nacer.

Ojalá pudiéramos estar más allí donde nuestros dolores y nuestras penas se hacen pequeños, donde ocupamos todo el tiempo disponible en lo que realmente nos llena la vida.


2 comentarios:

Fini dijo...

100% de acuerdo contigo, Vigo, ha dejado de ser una ciudad para convertirse en un sentimiento...

Anonymous dijo...

si hija si!...¿pero VIGO!? joder, como es la morriña que solo vemos lo que queremos.