lunes, 8 de noviembre de 2010

Gracias

Si la soledad me rodea, tú eres mi segura compañía.
Si la noche se me echa encima, tú eres mi luz encendida.
Si el oleaje golpea el casco de mi vida, tú eres el faro que me guía a casa.
Si el desaliento me persigue, tú consigues insuflarme el oxígeno que me hace falta.
Eres lo que necesito para seguir adelante, quien me saca una sonrisa cuando la tristeza y la melancolía conviven conmigo.
Gracias por permanecer viva a mi lado y por trasmitirme esas ganas de querer compartir conmigo parte de tu vida.

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