…casi siempre acababa en alguna bodega del paralelo donde no costaba encontrar compañía y afecto pasajero en los brazos de alguna alma solitaria y a la espera como la mía. Hasta la mañana siguiente, cuando despertaba a su lado y descubría en ellos a un extraño, no me daba cuenta de que todos se le parecían, en el color del pelo, en el modo de caminar, en un gesto o una mirada...
C.Ruíz Zafón
El juego del ángel
El juego del ángel
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