Hace no tanto tiempo dibujaba un futuro rodeada de personas que hoy ya no están a mi lado.
No puedo negar que a veces camino y me siento totalmente perdida, aunque camine por calles que conozco de memoria.
Me cuesta creer algunas de las cosas que la vida me presenta, dudo mucho, pienso y vuelvo a pensar, dándole mil vueltas a los mismos hilos.
Entonces me encuentro con mis cambios y muchos de ellos me resultan chocantes, inesperados e increíbles. Pero esto es evolución.
He cambiado más de lo que podía imaginar y echo de menos algunas partes de mí que se han esfumado sin darme ni cuenta. Sin duda alguna, crecer conlleva sus riesgos y las consecuencias de abrir los ojos es no poder volver a ser tan inocente como un día fuiste.
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