viernes, 1 de febrero de 2008

Encrucijada




Hay momentos en nuestras vidas en los que nos vemos en una encrucijada, con miedo, confundidos, sin mapa... y las decisiones que tomamos en esos momentos pueden determinar el resto de nuestra vida, o el resto de nuestras vidas.

Cuando se está frente a lo desconocido la mayoría de nosotros prefiere esperar en silencio o dar media vuelta y regresar; pero a veces las personas persiguen algo mejor, algo que han encontrado frente al dolor enfrentándose a él, quizás solos y luchando también solos contra los fenómenos. Cada mañana escoges seguir adelante o simplemente renunciar

La vida exige que tengas que evitar la oscuridad; cuando pasa existe una persona en tu vida con la que puedes contar. Alguien que está observando cuando te tropieces y caigas y en ese momento te dará fuerza para afrontar tu miedo a solas.

En ocasiones el dolor se convierte en una parte tan grande de tu vida que esperas que siempre esté ahí porque ya no recuerdas la última vez que no estuvo cerca; pero, entonces, un día, sientes algo más, algo que parece malo probablemente porque es algo desconocido y, en ese momento te das cuenta de que eres feliz.
La felicidad nos llega en muchas formas; en la compañía de buenos amigos, en lo que sentimos cuando hacemos realidad el sueño de otra persona, en la promesa de una esperanza renovada.
Es bueno que nos permitamos ser felices, porque nunca se sabe lo fugaz que puede ser.


La persona que quieres ser sí existe, al otro lado del trabajo duro, la fe y la confianza y tras el desengaño y el miedo que está por venir.


1 comentario:

Emi dijo...

Siempre haces que me emocione.T quiero.Emi