lunes, 4 de febrero de 2008

Manos, palabras...



Hay días en los que mi voz no me llega y son mis manos las que hablan por mí;
Hay días en los que mi voz tronaría y son mis manos las que calman el temporal;
Hay días en los que desearía que mi voz me expresase, pero entiendo que no es así y que mi voz interior es, casi siempre, mucho más grande que mis respuestas;
Hay días en los que todo lo que digo se malinterpreta;
Hay otros en los que lo que digo es sólo una pequeña parte de lo que quiero decir;
Hay días en los que mis palabras se me quedan pequeñas y son mis manos quienes me vuelven a hacer grande;
Pero todos los días soy sincera, desde mis manos o desde mi voz...
... y no todo el mundo puede decir lo mismo.


Reconozco que me suelo arrepentir más de las palabras que dice mi voz que de las que dicen mis manos.



3 comentarios:

Fini dijo...

¡Cuánta verdad!

Anonymous dijo...

¿cuánta?..nunca la suficiente, fini

Anonymous dijo...

vaya!! parece que lo he escrito yo!! aunque se nota que no porque yo no escribo tan bien.

Bicos desde O Temple