¿Cuántos puentes has cruzado en tu vida?
El momento de enfrentarte a él es el que más asusta, el poner el primer pie sobre él y dar el primer paso. El instante en el que la mitad de nosotros todavía no está sobre el puente; cuando lo más fácil sería perder el equilibrio o volver atrás, es en ese momento en el que ignoramos el verdadero grado de estabilidad del puente cuando necesitamos recordar porqué estamos cruzando, lo que queremos dejar atrás.
Podría pensarse que a fuerza de cruzar muchos se aprende a no tener miedo, se puede dominar una técnica, sin embargo cada puente es distinto, cada puente es más largo y frágil que el anterior. No hay experiencia posible en el arte de cruzar puentes.
A veces, después de planear los pasos que nos han de llevar al otro lado, hay que cerrar los ojos y mantener el paso firme para poder hacerlo.
He cruzado algunos puentes en mi vida y sé que después de éste habrá más puentes, pero todos ellos los cruzaré, sin duda.
2 comentarios:
E incluso aunque des la vuelta ya no es el mismo puente que a la ida...
Pues eso tambien es verdad...
qué curioso es lo de los puentes ¿no?
Saludos
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